Fuimos convocados para realizar la limpieza final de un edificio de oficinas recién reformado, previo a su inauguración. El espacio presentaba restos de obra como polvo de cemento, manchas de pintura y residuos de materiales en zonas comunes y despachos. Coordinamos un equipo especializado para intervenir en un plazo breve y dejar cada rincón en condiciones óptimas para el uso inmediato por parte de empleados y visitantes.
Se eliminaron plásticos, cintas adhesivas, restos de silicona y pequeños escombros acumulados durante la reforma.
Se aspiraron y limpiaron techos, zócalos, interruptores, luminarias y mobiliario, removiendo el polvo fino de obra.
Se limpiaron ventanales, mamparas divisorias y vidrios internos, quitando salpicaduras de pintura o yeso.
Se desinfectaron los sanitarios y se prepararon las zonas de cocina o descanso para el personal.
Se fregaron suelos con productos específicos según el tipo de superficie (vinílico, porcelanato, hormigón pulido), eliminando manchas y restos adheridos.